Experiencia laboral
Qué molesto es que en todos los avisos de trabajo pidan experiencia tan específica, es como si se hubiese ido alguien y lo quisieran reemplazar por su clon o peor aún, quieren encontrar la versión 2.0 de la persona que ya no está, alguien que ya lo sepa todo, que haya hecho ya exactamente lo que ellos expresan en las más de 30 líneas de requisitos para el candidato expuestas en el aviso de empleo.
Considero que sé varias cosas, que tengo una experiencia bien surtida, que tengo gran habilidad para aprender y adaptarme, que sé dirigir grupos humanos, pero buscando trabajo hoy en día, siento que no sé nada útil para poder calzar con el perfil de esos extensos avisos, que a veces pareciera que están describiendo a "alguien" que ya tienen elegido, falta que diga "su apellido debe empezar con Pérez y su nombre con Juan".
En poco más de una semana cumpliré 5 meses sin trabajo, estuvieron diciembre y el verano entre esos meses, pero a mí igual me pesan en el alma, en el espíritu, en la fortaleza, en la entereza, en las ganas de seguir día a día mirando avisos que hasta ahora nunca han calzado ni a medias con mi perfil profesional.
Tengo la cabeza llena de ideas y de dudas, hay días que en realidad me gustaría rendirme, asumir que no trabajaré más en un cargo importante, que tendré que hacer mini tareas, negocios propios de menor escala o alguna otra cosa que se me ocurra, pero aún no me llega esa brillante idea desde el cielo o desde mi notebook. Estoy cansada y triste, lo asumo.
Dicen que los cambios siempre traen algo bueno, no sé si sea así en esta ocasión, pero espero que así sea.
Considero que sé varias cosas, que tengo una experiencia bien surtida, que tengo gran habilidad para aprender y adaptarme, que sé dirigir grupos humanos, pero buscando trabajo hoy en día, siento que no sé nada útil para poder calzar con el perfil de esos extensos avisos, que a veces pareciera que están describiendo a "alguien" que ya tienen elegido, falta que diga "su apellido debe empezar con Pérez y su nombre con Juan".
En poco más de una semana cumpliré 5 meses sin trabajo, estuvieron diciembre y el verano entre esos meses, pero a mí igual me pesan en el alma, en el espíritu, en la fortaleza, en la entereza, en las ganas de seguir día a día mirando avisos que hasta ahora nunca han calzado ni a medias con mi perfil profesional.
Tengo la cabeza llena de ideas y de dudas, hay días que en realidad me gustaría rendirme, asumir que no trabajaré más en un cargo importante, que tendré que hacer mini tareas, negocios propios de menor escala o alguna otra cosa que se me ocurra, pero aún no me llega esa brillante idea desde el cielo o desde mi notebook. Estoy cansada y triste, lo asumo.
Dicen que los cambios siempre traen algo bueno, no sé si sea así en esta ocasión, pero espero que así sea.
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