Me voló la cabeza (Felina - Breaking Bad)

Supongo que muchos han escuchado y/o utilizado el término "me voló la cabeza",  refiriéndose a algo que te dejó pensando mucho tiempo, muy impresionado o muy entusiasmado.

En mi vida no muchas cosas me han "volado la cabeza", no soy tan impresionable parece. Recuerdo la primera vez que escuché "El Gavilán" de Violeta Parra... esa canción sí que me voló la cabeza, creo que estaba en el segundo año de universidad y la verdad es que no podía entender por qué yo no había escuchado esa canción antes, por qué nadie me la había presentado. Años más tarde la canción se hizo bastante más conocida, ya que fue utilizada como tema principal de la película "Violeta se fue a los cielos" y ahí pudo llegar a mucha más gente y de seguro a alguien más le voló la cabeza.
Esa fuerza interpretativa, la musicalización perfecta, la letra tan visible, tan historia, realmente es para mí una obra maestra.

Un libro que me voló la cabeza fue "Ensayo sobre la ceguera" del ganador del Nobel, José Saramago, estuve rallando la papa un buen rato, tratando de convencer a todos de que lo leyeran, incluso me ofrecía a prestárselos para que pudieran leerlo. Este libro te mantiene tenso todo el tiempo, desarrolla la historia sin dar nombre a ninguno de sus personajes, está escrito con tal maestría que hasta podemos sentir hedores saliendo del libro. Realmente fascinante.

Y ahora, ya a los 35 años, nuevamente algo me vuela la cabeza y me refiero a la serie Breaking Bad que acabo de ver, a pesar que desde hace años distintas personas me la recomendaban, hasta que Paff!, caí en sus garras. A mí la serie me atrapó desde el episodio 1, Piloto, y seguí igualmente enganchada hasta Felina, el último capítulo. ¿Qué es lo que vuelve a esta serie especial? Es complicado decirlo, yo no soy muy buena para ver series, pero es imposible no rendirse ante un guión tan bien escrito, actuaciones tan soberbias como las de Bryan Cranston, Aaron Paul y Anna Gunn, sólo por nombrar a los principales, porque en esta serie cada actuación aportó y mucho, serie con pocos personajes, y gracias a eso quizás, uno lograba entender a cada uno. Es increíble como te pueden mostrar de forma natural y no forzada, como una persona absolutamente normal se va convirtiendo de a poco en un monstruo.

En esta serie se da algo poco común, el protagonista es el villano, no el héroe y aún así nunca dejas de "estar" con él. Uno puede llegar a odiarlo, pero sigues queriendo en el fondo de que su plan le resulte. Vince Gilligan, el creador, escritor, productor y director de la serie supo cómo darle al protagonista Walter White/Heisenberg un mínimo de humanidad hasta el final: la lealtad hacia su familia y hacia su socio Jesse Pinkman, sin eso, probablemente uno ya no podría empatizar más con él.

(SPOILERS)

En esta ocasión sólo comentaré algo sobre el último episodio: Felina. Algunos (pocos) han criticado el final de la serie, ya que ata todos los cabos sueltos. A mi parecer eso fue extraordinario, impresionante habilidad para cerrar en 55 minutos la serie, sin necesidad de que pasaran mil cosas al mismo tiempo, este capítulo, como todos los demás tuvo sus pausas, incluso su momento divertido con la aparición de Skinny Pete y Budger, antiguos socios de Jesse y Walt.

'Sólo llévame a casa, yo haré el resto'. Esta escena está tan bien grabada que ves claramente como Heisenberg y Walt conversan entre ellos, y además te hacen recordar las palabras de Jesse a Hank refiriéndose a Mr. White, "además tiene suerte" cuando las llaves del auto le caen del cielo.

Tiene esa esperada venganza de Walt hacia sus amiguitos de la Universidad, que fueron a mi juicio quienes sembraron la semillita del odio y la ambición en su alma y que a la primera oportunidad, afloró con todo esplendor.

Finalmente se usa la famosa ricina, que había intentado ser utilizada desde los tiempos de Tuco, que ayuda en la muerte de Gustavo, que quiebra finalmente la relación entre Walt y Jesse y tiene el mejor fin que pudo haber encontrado: en la stevia de la insoportable Lydia.

Por supuesto que aparece el ingenio de Walt quien fabrica una nueva super arma, que a esta altura ya no sorprende, porque ya lo habíamos visto fabricar baterías y bombas, cual Mac Iver y esta arma es fundamental para poder cerrar todo.

La despedida de Walt con Skyler es para aplaudir de pie a Anna Gunn, se ve reducida al mínimo y aún así la última mirada que le da a Walt mientras se despide de Holly muestra rastros del amor que alguna vez le tuvo, impresionante poder actuar ese sentimiento, bien merecido su Emmy. Además en esta despedida al fin escuchamos de los propios labios de Walt "lo hice por mí", reconociendo al fin que esto le dio vida y que encontró su verdadera vocación en la producción y venta de metanfetamina, que esto le dio poder, le dio vida y era bueno en ello. Yo creo que Walt se da cuenta de que tiene talento para moverse en este mundo en el capítulo en el que se enfrenta a Tuco para reclamar el dinero que le debía a Jesse y hace explotar su oficina con la "falsa metanfetamina", en ese momento se da cuenta que sabe cómo tratar a este tipo de personas. Después esto queda absolutamente claro con las frases: I'm the danger / I'm the one who knocks.


Y para el final tiene elaborado un plan, un plan que se podría haber caído fácilmente si no se hubiese podido estacionar justo afuera del club de los neonazis de Jack, pero se encargan de mostrar que se estaciona donde él quiere, no donde le dicen, para que su súper arma quede justo en posición de tiro. Acá ya uno se empieza a poner nervioso, porque le quitan las llaves del auto, las cuales son el detonador de la metralleta que va escondida en el maletero del auto, pero las dejan a la mano... menos mal. Porque a esta altura uno ya quiere que toda esa manga de matones muera, por haber eliminado a Hank, por haber torturado a Jesse, por haber matado a un niño, uno ya los odia. Y aquí la jugada maestra, cuando ya le dejan claro que no hay negociación posible y que la muerte es su destino, se juega la última carta, pedir nuevamente la muerte de Jesse, lo que le da un momento para tomar las malditas llaves. Ese momento también es sobrecogedor, Todd llevando a Jesse esposado al club, quien corre un poco como un perrito, ya casi no es una persona, ya no tiene voluntad. Ambos protagonistas cruzan miradas y Walt ve las marcas imborrables que tiene en el rostro y en el alma su antiguo socio, y es aquí donde Walt toma su última decisión de redención y una vez más decide salvar a su socio, porque sabe que él fue quien lo arrastró a todo esto y ya no hay rencor. Entonces se abalanza sobre Jesse, y detona la metralleta giratoria que barre con toda la pandilla, siendo alcanzado él mismo en medio del tiroteo, mientras protege con su cuerpo a su socio/sobrino/hijo/amigo.

Acá para mí cabe destacar el look que tienen ambos personajes, tanto Jesse como Walt, lucen absolutamente deteriorados, casi irreconocibles, como mostrando que ya son otras personas totalmente distintas a quienes habían trabajado juntos un tiempo atrás. Se muestra la real transformación de ambos.

Terminada la balacera, Jack tiene la genial idea de quedar vivo y es el momento de vengar a Hank, ya que Jack, tal como lo había hecho Walt, quiere cambiar dinero por vida, pero no se le concede, adiós Jack! y por otro lado Jesse se encarga del insoportable y estúpido Todd ahorcándolo con sus propias cadenas, vengando así a Andrea, tan injustamente muerta a manos de Todd y al niño del desierto.

Luego la despedida entre los protagonistas: Walt le pide a Jesse, una vez más, que dispare, pero esta vez Jesse no le dará el gusto: "entonces hazlo tú mismo", liberándose al fin. Jesse nota que Walt está herido de bala en su costado y acá es donde se puede recordar la letra de la canción Negro y Azul, "ese compa ya está muerto, no más no le han avisado".

Sin más palabras, la despedida es sólo un nuevo cruce largo de miradas, con pequeño movimiento de cabeza, ya como despedida final y Jesse conduce a su libertad con una mezcla de emociones en el rostro, interpretado con maestría por Aaron Paul.

Walt al fin nota que está herido y se dirige al laboratorio, para morir en el lugar que le dio tanta satisfacción y muere con una especie de sonrisa en el rostro. Punto para él!

Walt gana el juego, logra hacer que el dinero (mucho más de lo que había calculado inicialmente que necesitaba para que su familia pudiera estar bien en su ausencia) llegue a su hijo, no muere de cáncer tampoco, en cierta forma él mismo decide cuándo y cómo terminar con su vida, se venga de todos los que lo habían traicionado, más Heisenberg que nunca, y libera a su socio con los últimos vestigios de bondad del antiguo Walter que le quedan.

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