El centro de Santiago Centro

Estar cesante hace casi medio año es bastante malo, pero, como todo, tiene su lado amable. Algo que me gusta es tener tiempo para ir a recorrer las calles del centro, del centro centro, todas esas galerías que están cerca de la Plaza de Armas, eso realmente me entretiene mucho y he ido encontrando diversas "picadas" para comprar cosas que he ido necesitando.

Por ejemplo, en una galería ubicada en calle Merced, donde estaba el gimnasio al que iba, hay una tienda pequeñita que vende piedras para hacer pulseras, ya vienen con el orificio, entonces es muy sencillo hacer una pulsera con elástico con ellas, sólo es cosa de tener buen gusto para combinar las piedras y elegir un dije acorde.

En calle Santo Domingo, encontré una tienda en la que venden muchos chiches y accesorios para armar una pulsera de fantasía, todo muy barato, tengo que volver pronto a esa tienda (nota mental), pero antes veré si me resultan las pulseras con hilo metálico que pretendo hacer ahora, como especie de evolución de mis pulseras con elástico.

En Monjitas hay una galería en la que venden bolsitas de organza, cajitas, mini bolsitas ziploc, etiquetas de precios, medidores de dedos y un montón de cosas más, que yo sólo supe que necesitaba cuando comencé a vender joyas. La verdad es que comprar en el lugar correcto se traduce en un gran ahorro de dinero, por eso es valioso tener tiempo para cotizar. En esta misma galería, hay una tienda de perfumes, que dicen que son originales, no he comprado aún, pero los precios están realmente convenientes en comparación con los ya trillados "Perfúmame" que están por todos lados.

En Rosas está el paraíso de los accesorios para pulseras y otras joyas y también hay piedras muy baratas, pero de formas bastante irregulares, como para hacer algo más en bruto. Hice una pulsera con estas piedras y si bien me demoré más del doble de tiempo, por tener que ir seleccionando las piedras por tamaño y forma, quedó bastante bonita y me salió mucho más barata.

En otro edificio en calle Moneda, en un piso 7, venden baterías de celulares muy baratas, este dato sí que es difícil de encontrar, yo compré por mercadolibre, pero ahora ya sé dónde está la tienda.

Y así, un sinfín de cosas que se pueden comprar por menos de la mitad de los precios que cobran en mi comuna Ñuñoa, o en un Mall cualquiera. Creo que este tipo de comercio, además, se ha visto bastante beneficiado por los extranjeros que han montado sus tiendas en Santiago, sus precios son muy convenientes y hasta el momento no tengo reclamos de la calidad de los productos.



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