Ser
Ruidos molestos, ruido de lluvia que no se apiada de la tierra sumergida, techos de lata, gente mirando, gente partiendo, gente llegando.
Me siento y miro. Algunas veces no es necesario moverse para viajar. A veces se puede aprender observando, sólo observando.
Sé que debo hacer algunas cosas, cumplir con algunos deberes. También sé que es necesario descansar la mente y el alma. Aprendí alguna vez que los problemas se conversan, y que sólo se remedian si hay voluntad. Otra vez aprendí que las promesas se cumplen, que las palabras valen más que una firma o una huella digital, lástima que muchos olvidaron esto último. Qué extraño para mí suena escuchar que una promesa que se hizo hace mucho tiempo ya no se debe cumplir, como si el tiempo borrara los recuerdos y las ilusiones… aunque sí. El tiempo borra los recuerdos y las ilusiones.
Qué complicado es tratar de contestar a preguntas a las que en realidad uno tampoco encuentra una buena respuesta. No todo tiene respuesta. Eso también lo he aprendido en la vida.
No formo grupos, no acumulo amigos, no hablo de mí mucho más de lo que he contado en este blog, trato de entender tantas actitudes absurdas o extrañas para no odiar a medio mundo. Eso me ha resultado bien, he cultivado la tolerancia o bien me alejo de quiénes no logro soportar. Y así ando por la vida, sin pelear mucho, sin entregar mucho y sin recibir mucho tampoco. Soy sociable, no le temo a la gente, pero mi corazón y mi mente se abren para pocos.
Últimamente he procurado decir más veces te quiero, cuando así lo siento. No quiero que un día de repente ya no tenga a mi lado a mis queridos o quizás no esté yo ya en este mundo y los que quedan tengan que adivinar si yo los quería o no.
Siempre he pensado que es un problema pensar tanto como yo lo hago. No es mi idea que la gente me hable con filtros, pero no puedo evitar en mis momentos de soledad repasar conversaciones y actitudes, buscarles un trasfondo, hacerme miles de preguntas que mayoritariamente no las repito cuando puedo y a quiénes debo.
Estoy en una carrera que nos deja pensar sólo dentro de los márgenes permitidos, siempre hay límites superiores e inferiores. Quizás de ahí viene eso de que somos cuadrados. Yo no me considero una persona cuadrada, quizás para responder certámenes hay que encasillarse, pero mi mente es libre y creo que el entrar a trabajar puedo utilizar todos los recursos que he recolectado en mi vida y no sólo en 6 años de Universidad. Muchos de mis compañeros están ahora haciendo su Memoria de Título, a mí me falta al menos un semestre más. No sé quiénes serán mis compañeros este semestre, no sé con quién trabajaré o estudiaré, pero debo ir con calma, como siempre y esperar que vengan cosas buenas.
El semestre pasado no fue bueno para mí, tampoco el anterior, con problemas ajenos a la Universidad pero que repercuten en ella. Pero no siento que haya sido un mal tiempo de mi vida. Podría hacer un post completo sobre los malos eventos del semestre que pasó, pero eso no fue lo que me quedó y finalmente recuerdo con risa algunos hechos, otros con rabia, pero de todos aprendí algo y supe quiénes eran los que estaban a mi lado y quiénes no y vi la incondicionalidad de quién más la necesitaba y eso me fortaleció. Nos fortaleció.
No pido un semestre de lujo, sólo pido fuerza para resistir lo que venga y quedar en pie, como siempre.
Me siento y miro. Algunas veces no es necesario moverse para viajar. A veces se puede aprender observando, sólo observando.
Sé que debo hacer algunas cosas, cumplir con algunos deberes. También sé que es necesario descansar la mente y el alma. Aprendí alguna vez que los problemas se conversan, y que sólo se remedian si hay voluntad. Otra vez aprendí que las promesas se cumplen, que las palabras valen más que una firma o una huella digital, lástima que muchos olvidaron esto último. Qué extraño para mí suena escuchar que una promesa que se hizo hace mucho tiempo ya no se debe cumplir, como si el tiempo borrara los recuerdos y las ilusiones… aunque sí. El tiempo borra los recuerdos y las ilusiones.
Qué complicado es tratar de contestar a preguntas a las que en realidad uno tampoco encuentra una buena respuesta. No todo tiene respuesta. Eso también lo he aprendido en la vida.
No formo grupos, no acumulo amigos, no hablo de mí mucho más de lo que he contado en este blog, trato de entender tantas actitudes absurdas o extrañas para no odiar a medio mundo. Eso me ha resultado bien, he cultivado la tolerancia o bien me alejo de quiénes no logro soportar. Y así ando por la vida, sin pelear mucho, sin entregar mucho y sin recibir mucho tampoco. Soy sociable, no le temo a la gente, pero mi corazón y mi mente se abren para pocos.
Últimamente he procurado decir más veces te quiero, cuando así lo siento. No quiero que un día de repente ya no tenga a mi lado a mis queridos o quizás no esté yo ya en este mundo y los que quedan tengan que adivinar si yo los quería o no.
Siempre he pensado que es un problema pensar tanto como yo lo hago. No es mi idea que la gente me hable con filtros, pero no puedo evitar en mis momentos de soledad repasar conversaciones y actitudes, buscarles un trasfondo, hacerme miles de preguntas que mayoritariamente no las repito cuando puedo y a quiénes debo.
Estoy en una carrera que nos deja pensar sólo dentro de los márgenes permitidos, siempre hay límites superiores e inferiores. Quizás de ahí viene eso de que somos cuadrados. Yo no me considero una persona cuadrada, quizás para responder certámenes hay que encasillarse, pero mi mente es libre y creo que el entrar a trabajar puedo utilizar todos los recursos que he recolectado en mi vida y no sólo en 6 años de Universidad. Muchos de mis compañeros están ahora haciendo su Memoria de Título, a mí me falta al menos un semestre más. No sé quiénes serán mis compañeros este semestre, no sé con quién trabajaré o estudiaré, pero debo ir con calma, como siempre y esperar que vengan cosas buenas.
El semestre pasado no fue bueno para mí, tampoco el anterior, con problemas ajenos a la Universidad pero que repercuten en ella. Pero no siento que haya sido un mal tiempo de mi vida. Podría hacer un post completo sobre los malos eventos del semestre que pasó, pero eso no fue lo que me quedó y finalmente recuerdo con risa algunos hechos, otros con rabia, pero de todos aprendí algo y supe quiénes eran los que estaban a mi lado y quiénes no y vi la incondicionalidad de quién más la necesitaba y eso me fortaleció. Nos fortaleció.
No pido un semestre de lujo, sólo pido fuerza para resistir lo que venga y quedar en pie, como siempre.
Comentarios
En fin.
PD: postié lo de LOs tr3s igual.
Ya sabes que también me atrasé y en realidad compañeros son variantes, no hay un curso fijo... soy una eterna itinerante de cursos, pero me tranquiliza que ya va quedando menos...
Es mejor callar algunas cosas que al resto sólo le interesan para poder comentar, yo prefiero que alguienme escuche pero que lo haga con atención y que leugo lo guarde sólo para sí... ya sabes que la gente habla más de la cuenta, pero eso no debe importar demasiado...
Mucho ánimo en la U... vamos que se puede, y si quieres estudiar algo que yo tb estudie nos encontraremos por ahí... No prometo, porque si no cumplo se nota.
Un beso, chau
Lore
Me senti muy identificada por tu post, yo tb reflexionaba mucho a tu edad y en esos mismos paisajes de la U, aunque a falta de blog estaba mi vieja agenda, y no he dejado de hacerlo.
Sabes que las promesas se cumplen, y ojala nunca lo olvides como lo hace tanta gente en estos tiempos :)
Saludos!
un abrazo enorme... mucho animo... y a seguir escrbiendo
En mi caso, el cuarto semestres de universidad fue horiible. Fue muy, muy duro... En esos días murió mi papá, a quien me hubiera gustado decirle más veces "te quiero"...
Saludos,