Así soy

¿Quién dijo que yo era insensible?
La verdad es que me lo han dicho hartas veces, sobretodo cuando estaba en el colegio y creo que ahí tenían razón, porque no lloraba nunca, porque en realidad me mostraba fría, nunca mala persona ni nada pero fría, me costaba expresar sentimientos y hablaba poco de mí, prefería escuchar los problemas de todos los demás y por eso me criticaban incluso mis amigas. Ahora he cambiado, soy una persona bastante más sensible, ya no importa llorar en público, pero me sigue costando tenerle confianza absoluta a la gente, contarle todas mis cosas a alguien y pido a mis amigos que acepten esa parte de mí, pero a algunos les cuesta, piensan que es falta de cariño tal vez, pero no lo es. No duden que cuando yo crea que necesito consejo o ayuda no dudaré en pedírsela. También deben saber que pueden contar conmigo, yo no tengo ningún problema en escuchar y tratar de ayudar si es que se puede.
Otra cosa que me pueden criticar es el no ser afectuosa, no andar repartiendo abrazos para todos y no mandar besos cuando me despido por teléfono. La verdad es que con pocas personas me nace el cariño de piel, se puede decir, pero si me dan ganas de abrazar a alguien lo hago, pero no me gusta forzar esas acciones y no piensen tampoco que es por falta de cariño. Reconozco que a veces también pienso que debería ser más cariñosa con mi familia, con mi mamá y he tratado de serlo, de decir más "te quiero" porque entiendo que a veces es bueno escucharlo, que nunca está de más decirlo, que siempre es bien recibido. Mi hermano me dijo hace poco que yo era muy fría y creo que es porque se quedó con una imagen atrasada de mí, ya no lo soy, pero trato de ser fuerte, para así poder levantar a los demás, tal vez piensen que los problemas no me afectan, pero sí me afectan y a veces mucho, tú sabes cuánto he sufrido y los problemas que he tenido pero casi nadie más los sabe. A veces es tan fácil juzgar sin saber.
La primera vez que lloré frente a mucha gente fue el verano del 2002 en El Rincón de Peor es Nada donde estaba misionando por mi Parroquia, fue en el momento de despedida del grupo de jóvenes de los que estaba a cargo. Creo que hubo un antes y un después de ese día o de esa experiencia de misionar que ha sido una de las más enriquecedoras de mi vida y que me ha ayudado mucho hasta el día de hoy.
Tal vez sigan pensando que soy fría e insensible, pero de todas maneras a mis amigos los quiero y les guardo lealtad, eso por lo menos quiero que lo tengan claro.