Trabajando y sin ti

Creo que es casi pecado perder un día tan lindo de esta forma.

Todos los de la casa salieron de paseo al campo, mientras yo me quedé trabajando en una entretenidísima tarea. Es cierto que mi torturador no está, pero de todas formas se las arregló para hacer que lo recuerde.
Podría hoy haber gozado de este hermoso día de primavera, del sol tibio, de las flores, de los árboles, haber estado contigo, compartiendo la paz de estar en tus brazos, la alegría de reír juntos, de besarnos y olvidar por algunos instantes al resto del mundo, olvidar que nos están observando, olvidar que existen trabajos que hacer, pruebas que dar, apuntes que leer. Pero lamentablemente hay que hacerlo, son obligaciones que están, son reales, pero no más que el reconocimiento lo mucho que te he extrañado hoy.